HISTORIA CLÍNCA: Se trata de un caballo que comió el doble de su ración de pienso. Tras la atención inmediata, sondamos al caballo y obtuvimos 25 litros de reflujo y pienso por la sonda nasogástrica.
Es importante recordar que los caballos no pueden vomitar, de ahí la importancia de detectar que su caballo está de cólico, pues puede romperse el estómago y como consecuencia, la muerte.
TRATAMIENTO: El caballo se encontraba con un grado de deshidratación moderado (8%) por lo que colocamos un catéter y le administramos una terapia intensiva con fluidos endovenosos.
En este tipo de cólico, muchos caballos padecen infosura o laminitis como consecuencia de la absorción de enterotoxinas.
Para evitar esta complicación tan temida, instauramos distintos fármacos antiendotóxicos y aplicamos crioterapia (hielo) en las extremidades anteriores. Actualmente el caballo está haciendo su vida deportiva sin ningún problema.